
Un lugar mucho más acogedor que las habituales frías paredes de naves o todo tipo de puertas y medianeras, que suelen ser el hábitat natural de grafitis y murales urbanos. En un interior de manzana del Eixample, uno de esos rincones tranquilos en medio de la marabunta de Barcelona, se ha organizado este fin de semana un festival de arte urbano, el Secret Loft, que impulsan una veintena de artistas visuales, ilustradores y grafiteros conjuntamente con el establecimiento The Loft Hostel.
El eje de la actividad es precisamente la sostenibilidad, traer la naturaleza al centro de la ciudad, algo que puede parecer imposible. Las paredes del patio interior, o las que acceden al mismo y algunas zonas comunes del establecimiento se han convertido este fin de semana en el espacio de creación de una veintena de expresiones artísticas. Colores vivos, blanco y negro, trazo fino o grandes formas desfilan por las paredes, por los techos y entre los árboles. Algunas inspiran tranquilidad, otras, cierta melancolía. Sensaciones muy dispares que despiertan las intervenciones artísticas que son efímeras ya que dentro de un año se renovarán por completo, de nuevo dando la oportunidad a más artistas. El interior de manzana, en la calle de Provença, se ha convertido en el bar del Hostel y es de acceso público.
Artistas catalanes, del resto del país y también extranjeros han trabajado para transformar el espacio. Entre ellos, Asione, Btoy, Hugo Elias, Jofre, Marina González Eme, Soem, Xelon, Dimitry y Bubbles.