Por su excelente resistencia y belleza, el acero inoxidable es un material de fácil conservación, tendiéndose a veces a tener la errónea idea de que no requiere mantenimiento. Con el objeto de conservar sus cualidades innatas, es necesario seguir unas recomendaciones mínimas durante su almacenamiento, manipulación y uso, que con una limpieza adecuada de rutina, permiten mantener inalteradas las características originales, preservando su resistencia a la corrosión, higiene y apariencia.
El proceso de pulir acero es un trabajo delicado que requiere de productos específicos para limpiar, reparar y proteger el metal.
El trabajo de pulido se basa en dos procesos: el desbaste y el pulido.
Si tenemos una pieza de acero inoxidable rayada, el primer paso será el de desbaste. Se utilizan disco abrasivos de distintos granos de mayor a menor, la profundidad de los arañazos nos indicará por cual empezar (150 – 600) siempre finalizaremos con el ultra fino para pulir la superficie más fácilmente.
El segundo paso seria el pulido y abrillantado, para ello aplicaremos el pulimento y con pulidora automática lo esparciremos por toda la superficie para que impregne bien y vuelva a salir el brillo original de la pieza.
Su textura espesa ayuda a aportar una buena protección que ayuda a repeler el salitre y la suciedad, garantizando una mayor duración del brillo. Simplemente pasando un trapo sobre el metal volverá a surgir el brillo.
Procedimientos de limpieza sugeridos para contaminaciones comunes >>
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Zonas de actuación
Limpieza de Graffitis: Granada Almería Málaga Jaén Córdoba Sevilla Huelva Cádiz
Limpieza de Fachadas y Suelos: Granada Jaén Córdoba Almería Málaga Sevilla
Limpieza de graffiti con acido en cristal: Granada Almeria Málaga Jaén Barcelona
Limpieza de falsos techos: Granada Almería Málaga Jaén Córdoba Sevilla Huelva Cádiz
Regeneración de falsos techos: Granada Almería Jaén Cordoba Sevilla Málaga Huelva Madrid